Es simple.

Cuando estaba pequeña no prestaba atención a las cosas que iban a pasar, vivía el momento al extremo, me divertía y todo era perfecto, jamás me preocupé por lo que haría al día siguiente, que ropa me pondría para salir o de quien me iba a enamorar. Fui creciendo y las cosas cambiaron mucho, me faltaron muchas cosas por hacer hace un par de años pero ya no puedo hacerlas, ni puedo devolver el tiempo. Debo continuar, haciendo cosas, remediando errores, respirando.

No sé porque las seres humanos al crecer le damos tanta importancia a cosas tan insignificantes, lloramos porque no tenemos pareja, pero nunca la hemos tenido, nacimos solos, por lo tanto es absurdo tener a una persona a nuestro lado para decir "Soy feliz". Podemos ser felices con el hecho de saber de que estamos vivos, que tenemos algo que comer mientras puede haber alguien que no tiene nada, podemos sonreír porque vimos una película donde los protagonistas quedaron juntos. Pero, es más sencillo estar triste ¿no?. Llorar y tenerle mucha rabia a la vida, a Dios, a la persona que te hizo sufrir. Sin embargo ésta rabia o ésta ira está mal dirigida, nosotros somos los culpables de estar tristes. Podemos acostarnos un día y decir: "Hoy fue un gran día" (Aunque haya llovido y tu mamá no te haya dejado dormir 5 minutos más, aunque se haya ido la luz cuando cargabas tu celular, aunque te hayas quedado sin mensajes en la parte más buena de la conversación). Nuestro día a día se desarrolla depende de nuestro estado de ánimo y nuestra manera de ver las cosas.

Así que si tienes ganas de llorar, llora, pero una vez, descarga tu dolor en esas lágrimas, toma un baño y deja lo ocurrido en el pasado. No le busques explicaciones a cosas tan simples, si no te llama o no te escribe, ¡NO LE IMPORTAS! no busques variables, ni excusas, es así. Si esa persona es orgullosa, demuéstrale que tú no lo eres pero que no volverá a ser como antes. Las cosas pasan una vez, tratar de que pasen dos veces es imposible, nada saldrá como lo planeaste. Las pruebas de amor son claras, si le amas, déjale ser feliz y si no es contigo pues hiciste lo que pudiste para hacerle feliz. Sana tu corazón, no pienses en quien vendrá a tu vida, la soledad no es tan mala, te ayuda a pensar y a analizar cada aspecto de tu vida, claro es imposible no sentirnos solos de vez en cuando así estemos con amigos pero si nuestra vida quiere un espacio para que le demos importancia, hagámoslo.

Ya basta de enfrascarnos en el pasado, sigamos adelante, miremos atrás y recordemos las cosas buenas, tomen en cuenta que en algún lugar el amor de nuestra vida nos espera, si no avanzamos, más lejos estamos de encontrarlo.

Comentarios

Entradas populares