Parecía, pero ya no.

Una vez escribí una carta, reclamándole a mi antiguo amor porque había elegido a otra persona y no a mi... Porque si me tenía se había ido a otros brazos, mucho más tarde lo comprendí... Yo debía conocer a otra persona, lo que en ese momento no me dijeron era que iba a pasar lo mismo que con mi antiguo amor... Sólo que a diferencia del primero, esta decepción iba a doler más.

No les contaré como lo conocí, ni como llegó a meterse en mi piel, pero lo hizo, le deje entrar y me invadió la vida por completo. Él era la razón por la cual ese muro que había puesto para que nadie quisiera conocerme, se derrumbara.

Me regaló meses espectaculares, con experiencias únicas y le agradezco cada sonrisa, cada idea, cada palabra y cada acción que tuvo para conmigo. 

Pero entonces, para arruinar todo, un día hablamos, me dijo que lo que estaba pasando, ya no podía seguir, porque un fantasma de su pasado le tenía anclado y con "anclado" me refiero a que le seguía amando... 

De su boca y de la mía jamás salió un "te quiero", pero fue como si todas esas bonitas experiencias hubiesen sido ese "te quiero" y de la nada, te decía: "Ya no te quiero más". El típico "no eres tú, soy yo"

Y me destruyó, ¿saben? Porque confié en él, en su palabra, en todo todas las cosas que decía sentir, pero me di cuenta muy tarde que él no tiene alma... Sin embargo, a veces, solo a veces... pareciera que tuviera corazón.

Comentarios

Entradas populares