Lo disfruté... mientras duró.

Mi primer error fue complacer a mis papás en cada idea absurda que se les ocurriera, supongo que por eso se me quedó pegado eso de hacer lo que los demás querían pero nunca hice lo que yo quería... Y el día de hoy me arrepiento tanto... tenía que haber hecho lo que yo quería, lo que yo deseaba, pero siempre puse por delante a mis papás, a mi hermana, a mi familia, porque toda mi vida creí que era la oveja negra y quería encajar, quería que me miraran con orgullo, no con cara de decepción porque eso era lo que las personas esperaban de mi, que la embarrara... y no los culpo, me había ganado eso, sin embargo hacia todo lo posible por pensar bien las cosas, por dejar de ser impulsiva, por pensar con claridad ante cualquier situación y me aburrí de ser perfecta, me aburrí de pensar tanto, me aburrí de no vivir, y rompí las reglas...

Se sentía genial no pensar en los demás, se sentía genial hacer las cosas de la manera que yo las creía correctas y disfruté mi mes de libertad, disfrute de los besos que dí, de las caricias que recibí, de las madrugadas que me desvele... Disfrute de cada salida, cada roce de manos, cada muestra de afecto, disfrute tener un cómplice de breves tardes de aventuras, disfrute de madrugadas de millones de historias, de millones de sonrisas y de muchísimos recuerdos, disfrute coquetear, comer chucherías, disfrute la compañía de un corazón roto, así como el mio... Disfrute como hacia tiempo no lo hacia. Y doy gracias a Dios por haber puesto en mi camino a ese ser tan maravilloso que conocí de la manera más inusual posible, gracias por tu tiempo y por todas las experiencias que me regalaste. 

Ahora bien, me tocó volver a la realidad y seguir siendo la que acata las normas... esto no es lo que quiero, pero es lo que se supone que debo hacer.