Me gustaba. Sí, en pasado.

No sé hasta que punto me cerré tanto, no quería que nadie me lastimara, ese era el punto... Pero habían pasado muchos años y quería a alguien, quería sentirme extrañada por alguien, quería ser importante para alguien y decidí que abrirme no era tan malo y en todo caso había olvidado porque me había cerrado tanto... Hoy lo recordé.

Me gustaba alguien, me gustaba más de lo que me gustaba admitir y le dejé recorrer las paredes vacías de un corazón deshabitado, se sentía raro ver las pequeñas huellas de aquel extraño en un piso que no había sido testigo de nadie por más de media década, le dejé quitar polvo aunque soy alérgica a esas partículas... Le dejé pintar las paredes de su color favorito, el cual era el mio también... Le dejé besarme, abrazarme, tocarme... los labios, el corazón, la vida... y le tomé cariño, más que a cualquier otra persona, más que a cualquier otro extraño, porque me gustaba, en serio me gustaba y luego de todo lo que hizo, desapareció, se consiguió otro piso en un pecho cualquiera más habitable supongo, y me dejó... con el amor hecho, las sábanas desordenadas y la habitación sola.

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