Yo podría ser la única.

Suelo imaginarme a su lado. ¿Y quién en su sano juicio no lo haría? Usted es un chico muy hermoso según mi sofisticado punto de vista.

Déjeme decirle que es grandioso, desde su sonrisa, pasando por su alborotado cabello hasta ese tatuaje tan exquisito que tiene en su dorso. ¡Si, si, me encanta!

He venido a escribirle para que sepa que yo podría ser la única en su vida con la capacidad de inmortalizarlo con mis letras, podía desnudar su mirada y besar sus gestos con un suspiro.

No dejo de pensar en nuestros muchos encuentros y ese tono autoritario que ha usado con esos terceros que me quieren conquistar, debo confesar que aunque suene posesivo me gusta que lo utilice. Su mirada no deja de quitarme el aliento, sus ojos se meten en los míos y por cuestiones de segundos somos uno sólo. Muero noche tras noche por escribirle para que sepa de mi, pero como debió de observar, me agrada tomarme mi tiempo. Disfrutar de su divertido sufrimiento. No quiero ir rápido, si esto se va a dar deberá ser lento y sin prisas, gozando de las sorpresas que puedan aparecer en el camino. Me despido prometiéndole que sabrá de mi dentro de cuatro lunas llenas o quizá menos.

Comentarios

Entradas populares