La chica de los huesitos en la cadera se fue.

Jamás tuve tiempo de escribir lo grandiosa que se había vuelto nuestra relación desde que me había mudado. Fuiste esa compañía perfecta que no me dejó sola en días lluviosos como este. Ayer decidiste partir en busca de tu felicidad a 1048 km de aquí. Y me alegra que hayas decidido luchar por eso que quieres aunque no este ni estaré jamás de acuerdo con ese tipo de cosas por las cuales luchas, me conoces. Sabes que odio y que no. Me has visto feliz, triste, borracha, sobria, cuerda y hasta loca.

Me comprendes o intentas hacerlo y viceversa. Realmente no quería que te marcharas aunque admiro tu valentia de dejarlo todo aquí e irte hasta allá.

Toma esta entrada como un acto de sentimentalismo extremo el cual aunque quisiera no podría ocultar. No quería que me afectara tu ausencia pero ya ves (?). Estoy levantada nuevamente de madrugada mientras gotas de lluvia caen en mi techo como solía ser.

Verte partir no fue agradable, de igual manera te sonreí como nunca para darte más ánimos y no te sintieras culpable. Me haces mucha falta Anyi. La casa no es la misma sin ti. Espero que encuentres motivos suficiente para quedarte y ser feliz allá. Te amo prima. TE AMO MUCHO.