Mi mejor amigo se enamoró de mi.

Todo era perfecto entre nosotros, TODO, absolutamente todo. Cualquier cosa nos divertía incluso aquellos silencios eran cómodos, él sabía muchas cosas de mi vida y yo muchas más de la de él, se metía conmigo, me cuidaba, me regañaba cuando era necesario pero en fin era como un hermano para mi. No sabía que hacer con un chico tan fantástico, JAMÁS lo vi como mi pareja ni siquiera llegar a pensar en ser algo más, sabía que no podía enamorarme de mi mejor amigo, además ya yo estaba enamorada de alguien y no podía romper una de mis reglas importantes en cuanto a amistades (No tener ojos para mis amigos; ellos están prohibidos). Aunque el sabía mis normas, se dejó llevar por mis gestos, mis sonrisas, esas llamadas de 'Buenas noches' y esos mensajes de 'Buenos dias', imaginó un futuro a mi lado el cual yo desconocía. Por eso un día de la nada dejó de hablar de esas chicas que le gustaban, era más puntual, serio y extrañamente encantador, para mi siempre lo fue pero ésta vez era en exceso. Pasaban las semanas y todo su tiempo era para mi, cuando no estaba en la universidad estaba a mi lado, eran grandes momentos. Siempre nos tomábamos fotos para congelar los bellos encuentros juntos y compartiamos un helado para los dos, parecíamos novios pero no lo éramos y yo NUNCA lo vería de esa manera. No creí que con mis acciones estaba creando ilusiones sinceras en aquel corazón. El 'debía' saber que yo no sentía nada por él. Lo amaba como a un hermano pero aún así no estaba 100% segura de sus sentimientos hacia mi. Ya me agradaba la idea de encontrarlo afuera de mi salón de clases con un chocolate, íbamos al cine una vez a la semana, vimos todo tipo de películas, terror, comedia, romántica, suspenso, acción. Estar a su lado enamoraba a cualquiera menos a mi.


 Empecé a notar que sus detalles cada vez era más seguidos, más grandes, más hermosos, me dejaba sin palabras con las cosas que hacia. Sus "Te amo" sonaban más dulces, sinceros, verdaderos pero aún con eso me negaba a aceptar la idea de que el estuviera enamorado de mi, no podía. ¡NO QUERÍA QUE SE ENAMORARA DE MI! Si él lo hacia, a quién le tendría confianza luego (?). Sentía que si el confesaba algo de amor para mi, mi mundo se caería en pedazos, mi chico ideal dejaría de ser ideal a convertirse en lo que nunca desearía, otro chico detrás de mi. PERO mientras él no dijera nada yo seguiría normal. Así fue como muchos meses pasaron, faltaba poco para navidad, olvidé mi paranoia y acepte su invitación para comprar regalos navideños, llegamos a la mejor tienda de artículos de navidad de la ciudad, al entrar lo primero que vi fue un Winnie Pooh enorme vestido de Santa con una nota que decía: "Para: Mi pulgarcita", voltee  y lo abracé luego me miró fijamente a los ojos y dijo: "Lo siento pero estoy enamorado de ti"; justo en ese instante, mi mundo se derrumbó.

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